El primer ministro italiano, Romano Prodi, ha pedido la confianza del Senado, al que ha asegurado que reformará la ley electoral, origen en su opinión de la crisis que le llevó a dimitir la semana pasada.
Prodi dijo en su discurso que "es nuestro deber reformar pronto el sistema electoral", y justificó la última crisis de Gobierno "en la incompleta transición institucional comenzada en los años 90 y cuyo nudo principal está representado en la ley electoral".
La coalición centroizquierdista de Prodi tiene en la cámara alta una estrecha mayoría, y la votación del miércoles decidirá si el gobierno sobrevive.