La hostilidad entre Estados Unidos y Cuba, una guerra fría que ha perdurado más de cuatro décadas, se está jugando ahora a un nivel infantil de dibujos animados.
Las tensiones han aumentado desde el año pasado, cuando el presidente estadounidense, George W. Bush, endureció las sanciones contra Cuba, intensificó la propaganda contra su gobierno comunista y aumentó el apoyo a los disidentes en la isla.
La televisión cubana comenzó a trasmitir dibujos animados satirizando al jefe de la misión estadounidense en Cuba, James Cason, como representante de la política de Bush para acelerar una transición política en Cuba.
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