Zehra Mirzaei, rescatada de las ruinas donde estuvo atrapada después del sismo en Irán, contemplaba el miércoles los escombros de su poblado y rompió a llorar. ``Este no es mi pueblo'', sollozó la muchacha de 18 años. ``Ojalá me hubiera muerto con los demás''.
Se encontraron más muertos en otras casas de adobe aplastadas en este poblado del centro de Irán, con lo que ya son 500 las personas fallecidas a consecuencia del terremoto del martes de 6,4 grados de magnitud.
Las autoridades esperan que la cifra aumente a medida que avanzan las actividades de búsqueda, las cuales están a cargo de equipos de rescate auxiliados por perros y maquinaria pesada.
Después de una noche y un día pasados a la intemperie bajo el frío y la lluvia de la región montañosa, los sobrevivientes en Hotkan y en otros pueblos devastados recibieron un detalle de solidaridad: dos camiones cargados de dátiles enviados desde Bam, una ciudad cercana devastada por un terremoto en el 2003 donde murieron 26.000 personas.
Con los cuerpos hallados el miércoles, la cifra en el área aumentó a 500.