Luego de reunirse en los laterales de la capilla Virgen de la Candelaria en Campana para poder realizar la celebración de la Palabra, los fieles lograron en acuerdo con el párroco José Antonio Cruz la apertura de esta iglesia, que fue cerrada el pasado 3 de febrero por el sacerdote, puesto que consideró que la comunidad desobedeció el recorrido establecido para la procesión en este poblado. Este acto ocasionó el disgusto de muchos residentes y visitantes, quienes alegaron que se deben respetar las tradiciones.
Durante el altercado, el presbítero enfatizó que no se realizaría en los días siguiente la Eucaristía, lo que preocupó a los miembros del Consejo Pastoral de la comunidad y de quienes asisten dominicalmente a compartir y meditar sobre las Sagradas Escrituras.
No obstante, el párroco y las religiosas del Instituto de la Medalla Milagrosa, quienes están al frente de las labores pastorales y de evangelización en este distrito, solicitaron a la comunidad mayor compromiso y participación, no sólo en las actividades de las patronales, sino también en comunidad durante todo el año.
LAS DISCULPAS
Tras este incidente, hubo una reunión con la comunidad y el sacerdote en la parroquia San Isidro Labrador de Capira, para aclarar este incidente y limar asperezas. Posteriormente, en la realización de una Hora Santa (adoración al Santísimo) el párroco pidió perdón a la comunidad, pues ya lo había hecho con las autoridades eclesiales; no obstante, aclaró que los fieles que le irrespetaron debían hacer lo mismo.
No fue hasta el pasado domingo que se concretó la apertura de la capilla. Algunos moradores lamentaron que el arreglo de la virgen sólo fue para la fiesta patronal, pues una vez concluyó la procesión, el pasado 2 de febrero, se cerraron las puertas de la iglesia. Todo el arreglo estaba marchito.
UN POCO DE HISTORIA
Aunque en el poblado de Campana no hay una fecha exacta de cuándo se inició la veneración de la Virgen de La Candelaria, se conoció que en 1559 el papa Clemente VIII declaró patrona de las islas Canarias a Nuestra Señora de La Candelaria. De allí en adelante, se propagó la devoción de esta santa en América. Otros antecedentes indican que fue declarada patrona principal del Archipiélago Canario por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos el día 12 de diciembre de 1867 y coronada canónicamente el 13 de octubre de 1999.