Es como la característica de la mayoría de los seres humanos. Emitir un comentario delante de personas ajenas a tus círculo de amistades es un peligro, porque cuando das la espalda tu opinión ha sido distorcionada.
Y es que, hay gente que está acostumbrada a echar veneno por la boca, por el simple hecho de quedar bien con los demás, y es un lleva y trae no visto.
Definitivamente, no comprender el lenguaje del resto de las personas es algo serio, entender lo que te da la gana, sólo con la mala intención de dejar en ridículo a alguien que por años ha sido parte del grupo de tus mejores amigas es algo feo. ¡Con amigas así, para qué enemigas!.
Esto se da más que nada en ciertas oficinas, en donde el recién llegado siempre quiere ganar más escalones que aquel trabajador que se dedica a su trabajo, a reunirse con sus compañeros en la hora de almuerzo, y que cumple con otras obligaciones asignadas por sus superiores.
A veces creemos que los individuos que dicen que su mejores amigos son la plata y su sombra están equivocado, pero por los tiempos que estamos viviendo, ya no se sabe en que hombro puedes apoyarte. Lo peor es que ese traidor, te mira a los ojos como si nada, incluso hasta te invita a compartir un bocado, y a reirte un rato con sus cuentos. Para eso no hay otra palabra, es el más grande hipócrita.
Para ser alguien nuevo, hay que empezar corrigiendo aquellas cosas que sabemos no están bien en nuestra personalidad, para no seguir dañando tu imagen, y mucho menos la de los que están a tu alrededor.
Amigo, no creas que llevando la parte negativa de un simple comentario a otras personas te verán con mejores ojos y te tendrán en cuenta para futuras asignaciones, a los jefes de trabajo les gusta la persona que trabaje, y hable menos, porque de esa forma producirá más y el personal de la oficina será mejor visto.
¡Aprende a cambiar amigo!