Dice un viejo adagio: "No hay mejor cuña que la del mismo palo". Y después
del partido Panamá vs Costa Rica en la Copa de Naciones, se pudo palpar la realidad de aquellas sabias palabras.
Panamá tenía 15 años de no ganarle a los ticos. Jamás en su historia había conseguido un triunfo sobre los vecinos centroamericanos en Copa de Naciones y en los últimos 14 años habían recibido 91 goles, por tan sólo 23 anidados por los nuestros.
El martes, el tico Alexandre Guimaraes llevó la bandera panameña en la conquista y alcanzamos la victoria en el terreno. ¡Fue grande!
Quizás muchos piensan que la victoria de Panamá fue un simple oasis en el desierto, pero no. Hay que darle mérito al equipo y aplaudir la gran labor de sus muchachos.
La prensa tica habló peste de Panamá en el primer partido que jugamos ante Honduras. Dijeron que nuestro juego era lento, para dormir. Sin embargo, sus mismos periodistas y diarios tuvieron que cambiar de opinión y decir que fuimos mejores ante un Costa Rica de mal accionar.
Pero no es hora de volverse locos. No podemos perder la cabeza, el proceso en la era "Guimaraes" apenas comienza. ¡No hemos ganado nada!
La victoria es positiva para un grupo de jugadores con ambiciones y es un excelente instrumento motivador para el cuerpo técnico. "Guima" sacó la victoria y les dio una lección a los de su antigua selección. No olvidemos que Guimaraes fue jugador de la escuadra tica y director de Costa Rica en dos Mundiales.
Lo del martes en la noche fue para brincar, bailar y festejar. Ahora todo vuelve a la calma. El fútbol camina con paso lento, pero seguro. Primero son las semifinales y de ganar se va en busca del primer lugar en la Copa de Naciones que nunca hemos ganado.