Según revela una encuesta realizada por El Panamá América, al menos el 73 por ciento de los panameños ha manifestado que durante los carnavales no realizarán actos capaces de ser ocasión de vergüenza para ellos; además, uno de cada cuatro, en el rango de los 18 a los 24 años, ha reconocido que llevará consigo un preservativo o condón.
Esto parece indicar que algo bueno pasa en el país comenzamos a respetar la ley y el orden.
Esta conducta es el resultado de las campañas llevadas a cabo por la Autoridad del Tránsito y el Ministerio de Salud, dirigidas sobre todo a los conductores y quienes disfrutarán de las actividades del carnaval.
Para los automovilistas existe un menú de restricciones entre las que destacan manejar bajo los efectos de bebidas embriagantes, arrojar basura desde el vehículo, el uso de celular mientras se conduce y el irrespeto a las autoridades, entre otros.
Los policías de tránsito de todo el país, para comenzar con la aplicación de las normas, están supervisando todas las calles y carreteras y aplicando con mano firme las disposiciones del reglamento a los transgresores.
También se ha dicho que unas 15 mil unidades de la Policía Nacional custodiarán todo el país por lo que se espera que los antisociales no puedan hacer de las suyas mientras se celebran las fiestas.
Otras reglas provienen del Municipio Capitalino, entre las que destacan no ingerir bebidas alcohólicas en sitios públicos. Ojalá haya tolerancia en los lugares del desfile porque los ciudadanos se alegran durante el jolgorio y beben unos cuantos tragos para pasarla bien.
Podemos mencionar también a ese segmento de la población que prefiere las playas, o el campo para disfrutar del período carnestoléndico, en tanto otro grupo se instala en el interior del país donde se llevan a cabo lucidos festejos.
Todo esto parece indicar que las campañas institucionales están dando resultado y los panameños hemos comenzado a comprender que es mejor vivir en armonía y paz, dentro de los parámetros de la ley, y para todo esto se han esforzado las autoridades.
Pueda ser que los números trágicos de este año sean mínimos.