"Doña Martha, no se preocupe vaya tránquila, disfrute de su viaje, que aquí nosotros trabajaremos en su ausencia", con estas palabras sentidas fue despedida Martha Estela Clement de Vallarino por Emma Delvalle, una de sus discípulas en Fundacáncer.
Durante las honras fúnebres en el Santuario Nacional, Delvalle recordó la tenacidad de la veterana activista cívica que falleció a los 80 años, luego de un trabajo intenso a favor de los pacientes con cáncer, al frente de la fundación que ella misma creó.
"Hoy confieso que jamás se pudo con la mitad de lo que ella nos encomendaba. La capacidad de trabajo que tenía doña Martha era única e inigualable", sostuvo.
La masiva ceremonia religiosa, oficiada por monseñor José Dimas Cedeño, se encontraba completamente repleta de familiares, amigos, dirigentes políticos y numerosos activistas de Fundacáncer.
PIEDRA ANGULAR
Poco antes de culminar el ritual sacro, el empresario Alberto Vallarino leyó un sentido mensaje que resaltó la trayectoria personal de su madre.
"Ella nos contagio de su positivismo y su enegía debordante que emanaba en todo momento de su existencia, pese a la carga pesada de su enfermedad, que supo sobrellevar por más de 10 años", destacó.
Las palabras del hijo desolado conmovieron a los asistentes que acudieron vestidos de luto riguroso.También los cinco nietos de Martha Estela, agradecieron el modelo de estoicismo y solvencia moral que les legó su abuela, con su trabajo cívico a favor de la comunidad.
Por su parte, Juan Carlos Varela resaltó la trayectoria de la señora Vallarino y aseguró que fue un ejemplo de vida para todos los panameños, debido a su trabajo humanitario.
"Venimos a acompañar a mi amigo Alberto Vallarino, en las honras fúnebres de su madre. Ella fue una dama incansable, siempre daba animos a todos los que lo necesitaban y tuve el privilegio de conocerla", confesó.