El senador por Massachusetts John Kerry aspira a consolidar su condición de favorito en las primarias demócratas con victorias hoy en Nevada y Washington DC, mientras la campaña electoral estadounidense empieza a enturbiarse.
Aunque tan sólo se hallan en juego 22 delegados, el "caucus" (asambleas de partido) de Nevada es de relevancia para los demócratas por cuanto este estado fue ganado por el presidente George W. Bush en las elecciones de 2000 por un estrecho margen y en estos comicios aspiran a darle la vuelta a la tortilla.
Kerry, favorito en las encuestas en este estado, trata de convencer personalmente a los últimos indecisos, con el crédito adicional que le ha conferido el respaldo -anunciado el viernes- del general retirado Wesley Clark, quien anunció la retirada de su propia candidatura.
Hasta ahora, Kerry se ha impuesto en doce de los catorce estados donde ya se han celebrado primarias y cuenta con 538 de los 997 delegados elegidos hasta ahora, de los 2.162 necesarios para asegurarse la candidatura cuando se celebre la convención del Partido Demócrata en Boston este julio.
Pero, junto a las mieles de saberse el casi seguro candidato de su partido, Kerry ha empezado también a padecer las hieles de los ataques de la campaña republicana.
El senador se ha visto obligado a salir a la palestra para defenderse de los rumores que le acusaban de haber mantenido una relación extra matrimonial.
La página de Internet "Drudge Report" afirmaba que la mujer supuestamente implicada se había ausentado del país "aparentemente presionada por Kerry".
Esta página, de ideología conservadora, fue la primera en divulgar la relación existente entre el entonces presidente Bill Clinton y la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky.
Kerry es un veterano de la guerra de Vietnam, donde alcanzó el grado de teniente y recibió varias condecoraciones por su valor.
Pero la salida a la luz de supuestos "trapos sucios" no afecta únicamente al favorito demócrata: Bush tuvo que demostrar que cumplió servicio militar en Vietnam.