El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió sus argumentos sobre la guerra en Irak durante un programa televisivo. El mandatario participó en el programa de entrevistas "Meet the Press", de la cadena estadounidense NBC, un espacio informativo por el que todos los presidentes estadounidenses han pasado durante su carrera política.
Según algunos fragmentos difundidos por NBC, Bush respondió a la pregunta de si la guerra en Irak merece la vida de 530 soldados estadounidenses y de miles de heridos, a pesar de que los inspectores no hayan encontrado armamento.
"Es esencial que explique correctamente a los padres de quienes perdieron sus vidas que Saddam Hussein era peligroso; no lo iba a dejar en el poder y confiar en un hombre loco", dice Bush, según NBC.
Bush también habría respondido que confía en la CIA y en su director, George Tenet. Al ser interrogado sobre la permanencia de Tenet en su puesto, NBC citó al presidente diciendo "no, para nada".
CAMPAÑA
Por otra parte, Bush defendió su decisión sobre el plazo establecido para que una comisión independiente investigue presuntos fallos en la información de inteligencia que justificó la guerra.
Opositores demócratas han criticado que el presidente haya elegido marzo de 2005, es decir, una fecha posterior a la celebración de las elecciones presidenciales en noviembre.
"Habrá suficiente tiempo para que los estadounidenses evalúen si yo tomé o no buenas decisiones; si juzgué bien, o si tomé o no la decisión correcta al derrocar a Saddam Hussein", dice Bush según NBC.
A pesar de haber participado en el programa de entrevistas como candidato en 1999 y 2000, esta es la primera vez en sus tres años de presidencia que Bush accede a participar en este programa, caracterizado por un entrevistador agresivo.
Para algunos analistas, la entrevista marca el inicio de la campaña del presidente republicano para la reelección, en medio del furor de las elecciones primarias demócratas.
El secretario de Defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld defendió el sábado la guerra en Irak diciendo en una conferencia a la que asistieron algunos de sus más acérrimos opositores, que el derrocamiento de Saddam Hussein ha hecho al mundo un sitio más seguro.