La Policía y funcionarios de la DEA en Nueva York anunciaron que habían detenido a 19 presuntos miembros de la banda, entre ellos algunos de los que llevaban la droga en sus estómagos.
La organización pagaba a los contrabandistas hasta 10, 000 dólares más gastos de viaje y alojamiento, para que ingirieran docenas de cápsulas hechas con condones o con dedos cortados a guantes de látex y envueltos con cinta adhesiva. Los contrabandistas viajaban de Panamá a Nueva York, y expulsaban las drogas en el baño.
El jefe de policía de Nueva York, Raymond Kelly, dijo a periodistas que los contrabandistas corrían graves riesgos, pues las cápsulas podían romperse en sus estómagos, causándoles muerte por sobredosis.
El cabecilla de la banda era el dominicano Miguel Silverio Guzmán. Entre los acusados figuran Carlos Antonio Zaldívar, Robinson Lee Omar Jerome, Daniel Hinestroza, Luis Alberto Fruto Lay y Mark Antonio Lowe, quienes en Panamá supervisaron el reclutamiento de otros panameños".