El suizo Roger Federer, número uno del mundo, se hizo por segunda vez con el Abierto de Australia de tenis, al derrotar hoy al chipriota Marcos Baghdatis por 5-7, 7-5, 6-0 y 6-2.
En dos horas y 46 minutos, Federer se apuntó su séptimo título del Grand Slam y el tercero consecutivo. El helvético no ha dejado escapar ni uno solo de estos grandes en todas las finales en las que ha participado desde que logró su primer Wimbledon en 2003. El de hoy fue el 35 de su carrera, segundo este año (Doha) que le supuso un cheque por 744.000 euros (unos 900.000 dólares).
Baghdatis, 54 del mundo, la gran sensación este año en Melbourne, acabó su gran aventura y será mañana el 26 de la lista ATP. El de Limassol sorprendió hoy con un tenis sin apenas fallos en los dos primeros sets, y estuvo a punto de culminar una formidable actuación.
LAGRIMAS DE EMOCION
Las lágrimas que derramó en la Rod Laver Arena descubrieron que el suizo Roger Federer es humano, y que a pesar de sus siete títulos del Grand Slam aún siente esa especial emoción al imponerse en un torneo, incluso cuando lo hace sufriendo.
Federer volvió a llorar como lo hizo cuando ganó su primer Wimbledon en 2003. En aquella ocasión recordaba emocionado a su ex entrenador Peter Carter, fallecido en un accidente de automóvil el 1 de agosto del 2002. Tres años después lo ha hecho de nuevo, y esta vez sin razón especial alguna, quizás por la emoción de recibir el trofeo de uno de sus ídolos, Rod Laver en Melbourne.
De aquel Londres en el 2003 a la capital del estado de Victoria han transcurrido tres años. Suficiente para que el jugador de Basilea aumente su leyenda.
DATOS DEL TENISTA ROGER FEDERER
Son ya 35 títulos, siete grandes, 104 semanas como número uno del mundo, el tercer reinado más extenso.