Hay miles de panameños que madrugan para sacar una cita en el Seguro Social. Pero cuarenta mil citas no se llevaron a cabo el año pasado...¡porque los enfermos no fueron! Todos sabemos que el panameño es irresponsable. Pero no se entiende que eso ocurra con las citas médicas, que tienen que ver con la salud.
En el Seguro Social informaron que esta irresponsabilidad le cuesta a la institución nada menos que dos millones de balboas al año.
Algunas de estas citas con especialistas tenían un término de por lo menos un mes y las perdieron.
Otra realidad del Seguro Social que no se dice mucho es a de las medicinas innecesarias.
Aunque Ud. no lo crea, algunos asegurados tienen su "propia" farmacia en casa…¡con medicinas que no usaron del Seguro!
Y lo peor es que siguen y siguen buscando medicamentos. Pienso que estas personas son las llamadas "hipocondríacos", o sea que tienen o sienten falsas enfermedades.
¿Qué hacen con su farmacia particular estos sujetos?
Algunos llegan hasta a regalar medicinas a amigos que suponen tienen la misma dolencia que ellos. Otros sencillamente las dejan meses, hasta que se les vence el período de efectividad.
No sé a cuántos millones de balboas al año suman estas "boticas particulares" de ciertos asegurados "super" enfermos!
Otra danza de millones perdidos en Panamá la causan los fracasados.
No puedo que creer que ciento dos millones de balboas costaron los estudiantes fracasados al gobierno en los últimos cinco años.
El año pasado veintitrés mil cuatrocientos setenta y siete estudiantes de primaria no pasaron el año ¡Turros que son!
(Y eso que se sostiene que la educación panameña es "suave", en comparación con otros países)
En la secundaria once mil ciento noventa y dos jóvenes fracasaron en más de cuatro materias. O sea que no aprovecharon el año para nada.
No soy experto en educación. Me parece que los fracasos se deben en parte a la falta de interés de los estudiante por estudiar y "pilar" duro para triunfar.
Añada a esto que ahora fracasar está "fashion" desde que inventaron cursos de rehabilitación, nivelación y otros cuentos.
En mi época (años cincuenta) los fracasos costaban sus buenas "cuerizas" de padres molestos por la "gracia" que hicieron sus hijos.
Por allí habrá quien alegue que hay fracasos por culpa de los educadores, sobre todo lo que andan a cada rato en manifestaciones y huelgas...