Un tanque con gasolina, manchas de sangre en las paredes y el desorden en el cuarto son evidencias de un cruel asesinato en Bella Vista, corregimiento de Nuevo San Juan, en Colón.
El hombre quedó calcinado.
Todo parecía estar planeado. El hombre que le quitó la vida a Tomás Gómez Tenorio, de 49 años, después de golpearlo le roció gasolina y lo prendió en la cama. Se conoció que una tercera persona identificada como Armando Arias, que vio todo, se entregó voluntariamente a la Policía de Buena Vista.
Ese homicidio se originó porque el hoy occiso le reclamó a Raúl Mariota porque se había llevado el pick up del MIDA y lo había chocado. Aparentemente a Mariota no le gustó y supuestamente terminó golpeando a Tomás hasta quitarle la vida.
Zoila Sánchez, hermana de Tomás, relató que el homicida lo mató porque quería culparlo del choque que tuvo el pick up del MIDA, donde ambos laboraban. "Él quería que Tomás se echara la culpa".
Los tres amigos minutos antes festejan bebiendo cervezas, pero el cuestionamiento no le gustó y en medio del calor provocado por el licor, inició la pelea.
El hoy occiso vivía con sus padres, pero hacía dos meses que se mudó a un cuarto para solteros.
La mujer que le arrendó la vivienda sólo escuchó los gritos de una comadre sobre el incendio y cuando corrió sólo vio cómo salía el humo de la cama.
Tomás, que trabajó como Ingeniero Agrónomo por más de 30 años en el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, según sus propios familiares fue asesinado por su mejor amigo, al que además le consiguió trabajo donde él laboraba, y era su vecino.
Sus hermanos piden justicia por el cruel asesinato considerado entre los ocho homicidios como el más violento en lo que va del año.
La comunidad de Colón está aterrorizada por ese hecho tan macabro, donde un amigo quemó vivo a otro.