Honduras, letal y arrolladora; Costa Rica, rápida y efectiva. Las dos selecciones de mayor renombre en Centroamérica (¡hay que reconocerlo!) hicieron su trabajo y se alistan para las semifinales en medio de un ambiente de optimismo y alegría por parte del pueblo hondureño que, religiosamente, ha colmado las graderías del Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino, en Tegucigalpa.
Ayer los diarios catrachos celebraron con toda la pompa y la fanfarria, el triunfo de su "H" -que es como llaman a su "sele"- ante El Salvador. "No nos ven ni la sombra", tituló el diario deportivo DIEZ, y así sintetizaba el juego devastador de su jugadores, capitaneados por Amado "El Lobo" Guevara, eje y guía del conjunto de Reynaldo Rueda.
"Vamos paso por paso, cada partido nos ha dejado muchas lecciones y eso en lo bueno", dijo Rueda, de nacionalidad colombiana.
Honduras, sin sus estelares David Suazo (Benfica), Wilson Palacios (Tottenham) y Minor Figueroa (Wigan), entre otros, ha ensayado un estilo de juego de triangulaciones y toques cortos que, por lo general, terminan en las piernas o en la cabeza de Carlos Pavon, el jugador más querido por la afición, que ante El Salvador anotó su gol 49 con la "H".
"Este tipo de competencias, que son cortas, nos permiten usar a muchos jugadores y por fortuna todos han respondido a las exigencias", manifestó Rueda, mostrándose, de esta forma, satisfecho con el desempeño de sus pupilos.
Por su parte, Rodrigo Kenton, DT de Costa Rica, actual campeón de la UNCAF, ha elogiado la efectividad de su equipo a la hora de encarar la meta de gol. "Ellos (los jugadores) han actuado bien, le han sacado provecho a las oportunidades", manifestó.
En el grupo B, los ticos, que son constantemente abucheados por la afición hondureña, terminaron con un saldo positivo de seis goles a favor y uno en contra y su efectividad, en cuanto a la concertación de chances de gol, está por encima del 85 por ciento.
UN "CLASICO"
En Tegucigalpa, algunos medios ya se saborean los labios y hablan de una final entre ticos y catrachos, duelo al que, periodistas de ambos países, califican como el "verdadero clásico de la región".
"¡Hondureños mareros!, ¡el que no brinca es tico!", son estas algunas de las frases que han empezado a tirarse ambas hinchadas y eso que no se han visto las caras.