(2a. Parte)
En la primera parte de este mensaje, tratamos los casos que nos contaron de manera anónima tres hombres adictos a la pornografía. El primero de ellos nos pidió: «Quiero que me digan algo para que esto que me perturba la mente me deje en paz»; el segundo dijo: «¡Ya no aguanto más!»; y el tercero: «¡Necesito ayuda urgente!»
En el «Caso de la semana» número 7 que se encuentra en nuestro sitio www.conciencia.net, le explicamos a cada uno lo siguiente:
La única manera de detenerse es construir un gran muro de piedra frente a la entrada.
»¿Cómo puede usted construir ese muro? Estas son algunas piedras con las que puede comenzar:
»1. Ponga la computadora en un espacio abierto a todos dentro de su casa. Asegúrese de que cualquiera pueda ver la pantalla.
»2. Si esto no es posible y la computadora está ubicada en su habitación o en una oficina dentro de su casa, póngala de tal modo que cualquiera pueda ver la pantalla al pasar.
»3. Dondequiera que tenga revistas pornográficas, deshágase de ellas
»4. Mantenga a la mano un calendario en el que firma cada día dando constancia de que ha evitado la pornografía.
»5. Encuentre a una persona con la que se comprometa a rendirle cuentas. Si usted no está casado, confiésele su problema a un amigo de confianza y comprométase con él
»6. Ya que la pornografía puede ocupar mucho tiempo suyo, encuentre otra actividad que ocupe ese tiempo.
»7. Escriba lo que les diría a las siguientes personas si llegaran a descubrir su adicción a la pornografía: sus padres, su esposa o novia, sus hermanos o hermanas, sus amigos o amigas, sus compañeros o compañeras de trabajo. En cada caso, imagínese cómo se explicaría y cómo se sentiría. Piense en cómo éstos lo considerarían o tratarían a usted de una manera diferente en el futuro.
»8. ... Recuerde que cada vez que usted mira imágenes pornográficas está convirtiendo a esas mujeres en objetos sin valor. Cuando usted se concentra en el cuerpo de ellas y nada más, las está despojando de sus sentimientos, su intelecto y su infinita capacidad de amar....
»Usted debe dar pasos firmes para construir esa pared de modo que el sendero caiga en desuso y finalmente disminuya a lo largo y a lo ancho....
(Dios está dispuesto a ayudarlo si usted de veras quiere vencer este vicio. Siga los pasos que le hemos recomendado, y pídale a Dios que le dé la fuerza necesaria para lograrlo.
Le aseguramos que valdrá la pena,)
»Carlos Rey y su esposa Linda.»