El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó una serie de órdenes ejecutivas para el cierre de la prisión de Guantánamo en el plazo de un año y la revisión de los procedimientos de detención y de interrogatorios.
En un acto en el Despacho Oval, rodeado de sus asesores y de militares retirados con los que abordó la situación en esa cárcel en la base naval estadounidense, en el sureste de Cuba, Obama afirmó que "EE.UU. tiene como intención proseguir la lucha actual contra el terrorismo".
"Lo haremos de manera vigilante, efectiva y de acuerdo con nuestros valores y nuestros ideales. Estamos decididos a ganar esta lucha, y ganarla en nuestros términos", expresó.
UN AÑO DE PLAZO
El plazo para el cierre del centro de detención es de un año, durante el que "estableceremos un proceso" para determinar cómo proceder mejor a la clausura, explicó el mandatario.
Al firmar la orden para el cierre de la prisión en Guantánamo, el Presidente declaró que con ello "no sólo cumplí un compromiso que hice durante la campaña, sino también un entendimiento que data de la fundación de nuestro país, que estamos dispuestos a respetar unos ciertos parámetros de conducta; no sólo cuando es fácil, sino también cuando es duro".
El procedimiento será complicado, ya que en la actualidad permanecen detenidos en esa cárcel unos 245 presos.
Una parte de ellos, entre 50 y 60, según algunas fuentes, han recibido el visto bueno para su liberación y el nuevo Gobierno planea transferirlos a terceros países.
Hasta ahora EE.UU. ha tenido problemas en encontrar a naciones dispuestas a acoger a estos presos, aunque un alto funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo la condición del anonimato, declaró que esperan "que algunos países que aún no se han ofrecido lo hagan en el futuro".
Un segundo grupo considerado "no transferible", será juzgado por tribunales estadounidenses, aunque aún está por determinarse si serán cortes civiles o militares.
Un tercer grupo de presos, considerados un peligro para la seguridad nacional de EE.UU., pero contra los que no hay pruebas admisibles en un tribunal, verá su destino determinado por un equipo de trabajo que se creará específicamente para estudiar qué hacer con ellos, de manera que se respeten sus derechos humanos, pero no representen una amenaza.