Más de 2 millones de asistentes, 160 millones gastados, 200 invitados al almuerzo, 10 fiestas y 2 desmayados.
Todo esto se conjugó ayer en la histórica toma de posesión de Barack Obama como Presidente de Estados Unidos.
En su discurso inaugural, el primer presidente negro de la unión americana buscó vender "esperanza" a los estadounidenses, que viven una dura recesión. Luego, Obama y su primera Dama, Michelle, caminaron hacia la Casa Blanca. En el almuerzo de gala, el senador Ted Kennedy tuvo un desmayo, y su colega Robert Byrd también tuvo que ser escoltado.