La figura del ordinariato castrense, recientemente establecida por el gobierno, fue calificada como "contradictoria" e "inconsistente" por el economista Alexis Soto.
Según Soto, es contradictoria porque el ordinariato castrense sólo puede ser concebido en el contexto de un régimen militar, y en Panamá no existe ejército desde 1990.
Agregó que es inconsistente porque el artículo 35 de la Constitución Nacional garantiza la libertad de culto es usado como pretexto para que el Estado beneficie con fondos de todos los panameños de diferentes religiones, a una entidad de una Iglesia en particular.