En Panamá hay una población de 47,976 niños/as trabajando en condiciones críticas y peligrosas, tanto para su salud, como para su normal desempeño.
Un 7.8% de esta población se dedica a las actividades domésticas, de las cuales un 29.5% son niñas, entre 5 y 17 años de edad.
Ante este panorama real y aterrador, el Gobierno busca erradicar de raíz este mal, que limita los derechos humanos de los niños y niñas que trabajan en las casas de familia, supermercados y cafetales.
Sobre el tema, Vivian Fernández de Torrijos, primera dama de la República, denunció que la sociedad es cómplice de la situación, ya conociendo las repercusiones negativas continúan contratándolos.
De Torrijos dijo que por lo pronto presentarán reformas a los decretos 25 del 15 de abril de 1997, y número 18 del 19 de julio de 1999 por medio del cual el Organo Ejecutivo adscribió al Ministerio de Trabajo en el Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Menor Trabajador, con el que se proponen crear un comité más cónsono con la realidad, y una Secretaría que por primera vez incluirá a sectores de la sociedad civil involucrada en está lucha, así como representantes del Tribunal Superior de Niñez y Adolescencia que velarán por las políticas adoptadas.
Es necesario aplicarán sanciones severas, pero sobre todo concienciar a la población de la magnitud del problema con el objetivo de brindarles un mejor futuro a través de la educación, aseveró.