Pese al interés de muchos, quienes exigen su renuncia, Camilo Alleyne, ministro de Salud, confirmó que no dejará su puesto hasta tanto el jefe del Ejecutivo le pida que deje su cargo.
Alleyne dijo que pese a las querellas que se han puesto en su contra, él seguirá haciendo su trabajo, ya que no tiene nada que ocultar y está abierto a todas las investigaciones que las autoridades pertinentes quieran hacer.
Algunos familiares de las víctimas del Síndrome de Insuficiencia Renal Aguda (SIRA) han puesto el dedo acusador en Alleyne y el director de la CSS, René Luciani, como los grandes responsables de la situación que le ha costado la vida a más de 50 panameños, quienes ingirieron una serie de medicamentos envenenados, los cuales fueron elaborados con dietilenglicol, químico que se utiliza para la elaboración de productos nocivos para el ser humano.
"Mi conciencia está tranquila y no hay razón que me obligue a dejar mi puesto", aseguró el jefe de la cartera de salud.
Sobre Alleyne pesan una serie de querellas las cuales fueron aceptadas la semana pasada por el Ministerio Público, por lo que ellos están preparados para aclarar ante las autoridades, cualquier duda que exista sobre la situación que le costó la vida a más del medio centenar de ciudadanos.