Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier, el alguna vez temido y odiado dictador que fue derrocado por una revuelta popular hace casi 25 años, regresó sorpresivamente a Haití, causando preocupaciones de que vaya a complicar los esfuerzos por resolver una crisis política, un brote de cólera y la estancada reconstrucción luego del devastador terremoto del año pasado.
Duvalier, vestido con traje oscuro y corbata, llegó en un avión de Air France el domingo de forma tan misteriosa como inesperada. El ex dictador fue recibido por varios centenares de partidarios, pero no dijo por qué escogió este momento para reaparecer de su exilio en Francia, ni qué pensaba hacer en Haití.
"No estoy aquí por política", le dijo Duvalier a Radio Caraibes. "Estoy aquí para la reconstrucción del país".
Su compañera, Veronique Roy, le dijo a reporteros que él planeaba quedarse tres días, pero no dio más detalles. Duvalier anunció una conferencia de prensa para el lunes.
El presidente René Preval, que en el 2007 le dijo a reporteros que Duvalier podía regresar al país, pero enfrentaría la justicia por las muertes de miles de personas y el robo de millones de dólares, no hizo declaraciones públicas el lunes sobre el regreso del ex dictador, pero el primer ministro Jean-Max Bellerive le restó importancia.
"Él es haitiano y tiene derecho a regresar", le dijo Bellerive a AP.
A una pregunta de si Duvalier podía desestabilizar el país, el premier dijo: "Hasta ahora, no hay razón para creerlo".
Duvalier asumió el poder a los 19 años como parte de una dinastía de padre e hijo que presidió uno de los capítulos más oscuros de Haití, que incluyó asesinatos, torturas y desapariciones de opositores políticos.
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