A cinco días de que se cumpla el nuevo plazo dado por la Cámara Nacional del Transporte (CANATRA) al gobierno para que decida si aprueba un aumento en el pasaje de bus de 25 centavos a 40 centavos, las cosas parecen complicarse para el principal gremio transportista del país.
Una serie de dirigentes de Colón y el interior del país se han negado a apoyar una eventual huelga convocada por la CANATRA, y han presentado sus propias propuestas, que no incluyen el temido ajuste de 15 centavos.
Entre los puntos más importantes en la propuesta de los disidentes de CANATRA, está congelar el precio del diesel en B/.2.00 dólares el galón para el transporte colectivo, y en B/.2.50 la gasolina.
Independientemente de si el gobierno acepta o no las propuestas de los disidentes o de la propia CANATRA, cualquiera de las propuestas que los trasportistas pusieron en la mesa están condenadas a ser temporales.
En ninguna de estas se incluye nada sobre un correcto servicio al cliente, ni la eliminación de las unidades "diablos rojos".
Lo único que puede salvar a los usuarios son alternativas en el transporte. El sistema de buses transmilenio, que estuvo a punto de ser implementado, murió en su cuna. Sin embargo, la opción que está cobrando más fuerza en la opinión pública es la de un tren elevado a través de la ciudad capital.
Tal opción sería la única que garantice que los usuarios llegarán a sus trabajos y de regreso a sus residencias a la hora que ellos tienen planeada.