La música, un arte que envuelve como la danza, se marca en el interior y corre por las venas como la sangre", es así como muchos músicos la describen, y es que cuando se comienza a estudiar, enamora.
Para entender un poco más lo que es este hermoso arte, La Voz del Interior se trasladó hacia el Panama Jazz Festival y pudimos conversar con varios niños del interior del país que, por sus propios recursos, vinieron a participar de las clínicas que dictan expertos en música.
Rebeca González, de 14 años; Julia Inés, de 16; y María Alejandra Agrasal, de 17, de Penonomé, provincia de Coclé, estudian la flauta trasversa, un instrumento de viento madera que se utiliza en la música clásica, pero también en el jazz.
Estas niñas se dieron cuenta de su pasión por la flauta al escucharla en la banda de música de su escuela, su melodía fue la que despertó esa pasión por este instrumento.
También nos encontramos con un joven de 14 años de La Pintada de Coclé. Eliecer González, le apasiona el violín, nos contó que el sonido tan delicado y dulce fue el que lo enamoró y a pesar que al principio le costó aprenderlo por las posiciones y agarres ello no fue impedimento para seguir perseverando para poderlo dominar.
Pudimos conocer a Luis Carlos Batista, quien con su historia nos enseñó que "no existen obstáculos para dedicarnos a lo que realmente nos gusta", y es que este joven de 19 años inició con el saxofón, pero por una parálisis facial tuvo que alejarse un poco de este instrumento. Sin embargo, fue entonces que conoció la guitarra y el canto y desde ahí se dio cuenta del gran talento que tiene, que no solo lo utiliza para su beneficio, sino que lo comparte con los demás.
Para este chico coclesano, la música le ha dado muchas oportunidades, entre ellas, audicionar para otras orquestas y eventos. Además, se va a unir a la Orquesta Juvenil de Centroamérica.
El instrumento no solo le sirve para tocar, también le ha enseñado lo que es la perseverancia, dedicación e insistencia de seguir adelante y de ser una persona de bien.
Para la profesora de Violín de la Escuela Juvenil de Música, Helena de Kitras lo más difícil de aprender a tocar un instrumento es la paciencia. "Se debe tener conciencia que hay que practicar y dedicar tiempo todos los días".
Estos jóvenes son un vivo ejemplo para la juventud, porque a pesar de los obstáculos han optado por dedicar su tiempo libre a la música, por medio de los instrumentos que los han enamorado.