Con una calle de honor compuesta por compañeros del F.C. Los Libertadores, fue despedido ayer, viernes, en la iglesia San Antonio de Padua, Carlos Rodríguez, asesinado días atrás de un balazo.
El templo católico, ubicado en Miraflores, estaba abarrotado por allegados y familiares. La misa se inició a la 1:50 de la tarde, y una hora después era sacado el féretro para dirigirse hacia el Cementerio Municipal de Juan Díaz, donde recibió cristiana sepultura.
El hermanito de "Calito Toronja", apodo de Carlos Esteban Rodríguez, se pegó "como un chicle" al ataúd, y entre gritos de dolor pedía que no se llevaran a su hermano porque lo quería mucho.
De pronto, la concubina de Carlos, quien está a punto de dar a luz, rompió en llanto, seguido de las primas, sobrinos y tíos del hoy occiso.
Por el homicidio de "Calito" no hay nadie detenido, aunque en primera instancia estaba bajo arresto un tal "Momo", quien disparó contra un sujeto apodado "Luchín", pero la bala se incrustó en la frente de Rodríguez, de 19 años.
Los otros involucrados en el homicidio son conocidos por los apodos de "Angel" y "Salpullido", y nunca los apresaron.