Hay que determinar las causas de la muerte para encausar una investigación. Y la autopsia es un paso clave para conocer la verdad de lo que sucedió.
¿QUE ES LA AUTOPSIA?
Según el Dr. Humberto Mas, director médico forense del Instituto de Medicina Legal, la autopsia es un examen quirúrgico del cuerpo de una persona que ha muerto. El propósito de una autopsia es responder a cualquier pregunta que haya quedado sobre la enfermedad de la persona o la verdadera causa de muerte.
El forense aseguró que hay dos tipos de necropsia o necrocirugía, como también se le puede llamar a la autopsia: la médico-legal, que es cuando se hace por orden de la autoridad judicial en caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad; y la médico- hospitalaria, donde los familiares del paciente piden que se realice o el médico le pide a éstos, casi siempre por caso científico.
En la ciudad capital se registró el año pasado, menos de 1,000 autopsia, menor cantidad que años pasados.
En Panamá, la autopsia puede durar hasta 40 minutos.
¿COMO SE HACE UNA AUTOPSIA?
Manifestó que la denominada autopsia médico-legal se hace siempre por orden de la autoridad judicial en caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad, aún cuando por la inspección ocular exterior pueda presumirse el motivo del fallecimiento.
ESTOS SON LOS PRINCIPALES PASOS
Levantamiento del cadáver. En el sitio donde se halla el cuerpo sin vida se apersona, además de la Policía, la comisión judicial, de la cual forma parte el médico forense. Este constata que la víctima está realmente muerta. Posteriormente, se debe hacer un estudio escrupuloso de la escena del delito. Los expertos, entre otras cosas, realizan los siguientes actos: identificación del cadáver (si ésta es posible), descripción de los signos de muerte (livideces, rigidez) y la estimación de la fecha de fallecimiento, anotación de todas las lesiones que se aprecian, realización de fotografías y esquemas del cadáver y su sitio, búsqueda de rastros de manchas, armas y demás indicios de interés criminalístico.
Examen externo del cuerpo vestido. Una vez trasladado el cadáver al instituto forense, se constatan los signos ciertos de muerte. Los forenses concretan la identidad de la víctima y realizan su descripción detallada: edad, estado de la dentición, talla, peso, color de pelo y ojos, cicatrices, tatuajes...
Por último, los forenses analizan las roturas y manchas existentes en las ropas e intentan correlacionarlas con las lesiones corporales.
Examen externo del cuerpo desnudo. Tras retirar las vestimentas, se deben efectuar, entre otras, las siguientes actuaciones: tomar fotografías y hacer diagramas del cuerpo, así como de las heridas y anomalías congénitas o por enfermedad. Describir cada lesión, localización anatómica, tamaño, forma, color, trayectoria, características, etc. Recabar otras pruebas de interés criminalístico, pelos, bordes de las uñas, fibras, barro, polvo y fluidos corporales. Examinar y recoger muestras, si procede, de los orificios naturales.
Examen interno. La disección de los órganos se realiza básicamente mediante dos métodos: el de Virchow y el de Zenker. En el primero, el forense extrae las vísceras una a una y las examina por separado. Por el contrario, la técnica de Zenker consiste en sacar los órganos en masa y separarlos por sistemas orgánicos (aparato digestivo, respiratorio, genital...). Con independencia del método utilizado, cada autopsia incluye una serie de pasos que hay que seguir, según el tipo de muerte que se sospeche.
La extracción de órganos comienza con la retirada del cerebro, continúa por el cuello y el tórax, y finaliza en el abdomen. Las vísceras son pesadas y examinadas por dentro y por fuera. También se recogen muestras de ellas, para llevar a cabo estudios histológicos y toxicológicos que ayudan a esclarecer la causa de la muerte.
¿A QUE HORA DICE QUE FALLECIO?
Inmediatamente después de morir, ocurre una serie de procesos biológicos que conducen a la descomposición del cadáver y que, para los forenses, hacen las veces de cronómetros de la muerte. La putrefacción se suele definir como la descomposición de las materias orgánicas del cadáver, producidas por gérmenes y por hongos saprofitos, con formación de gases.
El primer signo de putrefacción bacteriana aparece a las 24 horas de la muerte. Se trata de la llamada mancha verde abdominal, que en sólo una semana se extiende por todo el cuerpo. A las 48 horas hace acto de presencia la cadaverina, un líquido que resulta de la química de la descomposición, y a las 72 horas el cuerpo empieza a hincharse, especialmente la cara, las mamas y el escroto. La red venosa superficial se hace más visible y en la piel se forman vesículas.