Hay gente que por más que se mire en el espejo nunca reconocerá que se está poniendo viejo. Así son con todo lo que ocurre a su alrededor, incluyendo los temas políticos.
No aceptan que un lustro termina e inicia otro. Niegan que el reloj siga su curso porque, según su pensamiento, sus manos impiden a la manecillas seguir su curso.
Son personas folclóricas que no miden la distancia de un futuro prometedor, pues se resisten a vivir de un presente que se convierte en un pasado. Todo lo que se anuncia como bueno, dicen: "Ah, eso es por hoy".
Son ciudadanos de sangre criolla que tiene casi atado su andar porque solo saben conjugar el verbo "volver" en primera persona del plural en tiempo futuro en el modo indicativo.
Son amigos que lanzan sonrisas alegóricas de multicolores porque saben que sus comentarios son vacilones, pero muy en el fondo no aceptan la realidad de la vida. No aceptan que la lluvia tenga que caer para dar vida a las plantas. No aceptan que el sol tenga que salir para todos y mucho menos aceptan que su línea política tenga un día de haber muerto. Son compañeros que te miran y te dicen: "Nadie resolverá la situación". "Ellos son la misma vaina".
Esas personas que no aceptan su mundo actual deben comprar escobas para ayudar con la limpieza de la casa. De esta forma se vive en paz y con normalidad.
Si eres de esos ciudadanos que se reniega a aceptar su derrota es recomendable despertar de ese pensamiento infinito que los aleja de la realidad, un mundo donde se escuchan los llantos de los niños y el tronar de las bocinas de nuestros ruidosos "diablos rojos".
A tí, panameño con cédula de identidad tal..., despierta o dile a alguien que te pellizque y te haga despertar.