Los rumores se cumplieron y las previsiones también, y una lesión desafortunada de Shaquille ONeal, puso en evidencia las debilidades técnicas del equipo dirigido por Stan Van Gundy que decidió dimitir por razones familiares.
La solución estaba dentro de la propia casa con el legendario Pat Riley, el presidente del equipo, que voluntariamente le había dado la oportunidad a Van Gundy de dirigir al conjunto antes de la temporada del 2003-04, pero que no pudo lograr el objetivo de hacerlos campeones después del fichaje de ONeal.
Ahora Riley vuelve al equipo con la mente puesta en Los Angeles Lakers que dirigió en la década de los ochenta cuando estaban el pívot Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson, porque tendrá a ONeal y al escolta Dwyane Wade, uno de los mejores jugadores que hay actualmente en la liga.
La misión de Riley no será fácil ante el potencial que tienen equipos como los Pistons de Detroit y Pacers de Indiana en la Conferencia Este y los todopoderosos Spurs de San Antonio, Mavericks de Dallas, Timberwolves de Minnesota y Suns de Phoenix, entre otros.
Los Heat, bajo la dirección de Van Gundy, sólo pudieron conseguir una marca de 11-10 con ONeal sin jugar 18 partidos.