ABRACADABRA
"Otro desatino alcaldicio"

"la idea de traer a miles de niños campesinos a presenciar aquel ritual en honor del dios Consumo es lo más humillante y denigrante que pueda concebirse"


Carlos Guevara Mann

Estoy en completo desacuerdo con la realización del desfile de "Navidad" que efectuará mañana la Alcaldía de Panamá.

Junto con la Semana Santa, la Navidad es la principal conmemoración cristiana, que celebra valores y principios fundamentales de nuestra religión y civilización: desprendimiento, lealtad, solidaridad, amor paterno y materno, fidelidad.

Nada tiene que ver con el consumismo desaforado que se suscita para esta época, representado por la neurótica adquisición de regalos, muy en particular de los juguetes que -supuestamente- harán "felices" a nuestros niños por un año, hasta que se repita la enajenación decembrina el año entrante.

El "desfile navideño" -tradición instituida en latitudes nórdicas, que obedece a experiencias vitales muy distintas a la nuestra- constituye la apoteosis de este materialismo, que ha transformado una celebración cristiana, vernácula y familiar en el aquelarre del dios Consumo, representado por aquel monstruo repulsivo que llamamos "Santa Claus", que ha desplazado, por completo, al antaño venerado Niño Dios.

En las circunstancias críticas en que vivimos en Panamá -agobiados por una crisis de valores de la que todo el mundo se queja pero en cuya solución muy pocos colaboran- ninguna contribución positiva hace la Alcaldía de Panamá al concebir y fomentar actividades de esta naturaleza, cuyo propósito es la exaltación del materialismo y el hedonismo que tanta responsabilidad tienen por la corrupción e inmoralidad prevalecientes.

Por otro lado, la idea de traer a miles de niños campesinos a presenciar aquel ritual en honor del dios Consumo es lo más humillante y denigrante que pueda concebirse, pues el mensaje que se les comunica es, claramente, uno de desprecio por su condición, su estilo de vida y sus valores.

Esto es, poco más o menos, lo que les transmiten los organizadores y sus colaboradores a los niños campesinos: "Vengan para acá, manga de cholitos, a ver lo que es la "Navidad" en la capital, la verdadera "Navidad", repleta de luces chillonas y angaripolas repugnantes, musiqueta extranjera y regalos "made in Hong Kong", de todo lo cual se pierden ustedes allá en el monte, donde no hay lugar -ni dinero- para el materialismo descontrolado que es fundamento de nuestra "buena" vida urbana."

Me opongo, por último, a la realización del desfile de "Navidad" porque constituye otra manifestación de la falta de respeto de los gobernantes por las libertades y derechos de la ciudadanía: como en años anteriores y en actividades similares promovidas por la Alcaldía (pienso en el tristemente célebre "desfile de reinas"), la susodicha actividad constituirá un impedimento, arbitrariamente impuesto por el despacho de la alcaldesa Omaira Correa, a la libre locomoción en las ya de por sí congestionadas vías de la capital.

En efecto, este desfile de "Navidad" impedirá la libertad de tránsito, consagrada en el artículo 27 de la Constitución Política.

Palabras más, palabras menos, publiqué las líneas antecedentes en este espacio, el sábado 13 de diciembre de 1997, y hoy - en vísperas, nuevamente, del desatinado "desfile" alcaldicio - ratifico enteramente lo que escribí hace un año.

Sin duda esta postura me valdrá, una vez más, los ataques e insultos de los adláteres, cepillos y aduladores de la alcaldesa Omaira Correa.

Poco me importa. Además de espina dorsal, de la que esos reptiles carecen, tengo un compromiso con mi conciencia y mis convicciones, de acuerdo con las cuales son muy negativos el consumismo desaforado, la denigración de la cultura interiorana y el irrespeto por la libertad de tránsito que el "desfile" alcaldicio promueve.

Y aquí no estamos en un concurso de popularidad, sino para defender los principios y valores que diferencian la vida en sociedad de la convivencia entre animales.

Eso no lo entienden los reptiles, pero -a Dios gracias- si los miles de lectoras y lectores de esta columna, que está al servicio del pueblo panameño.

 

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Paisaje del distrito de Panamá cuando no había deforestación


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no colaboro con la recolección de basura


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