EDITORIAL
Los que esconden la cara...
Los aberrantes acontecimientos
ocurridos en el Instituto Nacional y la Universidad Nacional esta semana,
ponen de manifiesto el escaso respeto, la pobre estima que para los funcionarios
de mando, merecen tales centros de enseñanza panameña, y reafirma
que las consideraciones democráticas autorizadoras de las protestas
resultan ignoradas por los perredés, que fingen remozar sus ideas
cuartelarias, y actualizar las instancias partidarias, cuando en verdad,
continúan siendo apéndices del violentismo castrense de ayer,
predicadores de criterios opresores, justificadores de los medios, por los
fines.
Sin embargo, dos recién inaugurados funcionarios, la ciudadana
Ministra de Gobierno y el Gobernador de la provincia de Panamá, ante
los desmanes abusivos de la violencia policial que dejó lesionados,
heridos, arrestos y expedientes en trámite, asumen papeles que no
les corresponden y sirven de mamparas para esconder las identidades reales
de los mandones irrespetuosos, ofensores de los derechos civiles y humanos,
y se apropian de las responsabilidades.
La Ministra manifestó erróneo criterio frente a la juridicidad
de la autonomía de la Universidad Nacional, que olvida la existencia
de organismos de gobierno propios; instancias de mando y decisión
alejadas de los hepáticos quereres del Gobierno Central, por lo cual
penetrar, irrumpir con violencia en el Campus y las oficinas rectorales
de la Universidad no puede hacerse amparado en el argumento torpe y endeble,
de la incapacidad del Rector para controlar los estudiantes protestatarios.
La medida es ilegal. Es inconstitucional: Ella corresponde a la expresión
descarada de quienes se consideran por encima de las leyes y los controles.
Las demandas civiles y las denuncias penales que se interpongan contra ella,
deberán servir de precedente para que la sumisión reptilicia
de funcionarios adocenados soporten las consecuencias castigadoras de sus
extravíos opresores.
Por otra parte, en las instancias del IDAAN, manipuladores de los planes
esconden sus rostros, y dejan a la Directora General, al garete, tratando
inútilmente de convencer a los panameños de bondades inexistentes
en la privatización del agua y los alcantarillados, rehuyendo así
las responsabilidades de defender sus asesorías engañosas
que la colectividad rechaza unánimemente, al presentir que el acto
concesionario propuesto castigará los tributos y las tasas hídricas,
expoliando al humilde y desprotegido pueblo.
El deterioro acelerado que soporta hoy el mando perredista, cuyo régimen
de promesas y expectativas incumplidas, frustra las mayorías, oferta
en perspectiva un descalabro electoral similar al referéndum; sin
embargo el PRD persiste en imponer decisiones contra el querer popular,
a la vez que esconde los rostros y figuras de los responsables, pretendiendo
salvarlos de las estigmas y censuras de la colectividad que a gritos reclama
cambios y rectificaciones.
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AYER GRAFICO |
Paisaje del distrito de Panamá cuando no había deforestación |
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