Francisco Villarreta, de 80 años, fue asesinado de una puñalada en el estómago por un menor de 17 años, cuando intervino para defender a su hijo en una riña en la comunidad de Boca de Cuiria, en Penonomé. Su hijo Concepción Villarreta, de 30 años, también resultó herido por la misma persona.
Todo sucedió al finalizar un juego de béisbol, donde se bebió licor.
Tomás Villarreta, hermano de la víctima, dijo que Francisco y su hijo estaban en el kiosco de su propiedad, pero el joven agresor y un grupo que lo acompañaba llegaron a buscar pelea.