Ante la falta de consenso entre empresarios y obreros en la Comisión de Salario Mínimo, el vicepresidente Juan Carlos Varela reiteró ayer desde Milán, Italia, la decisión del Gobierno de decretar un aumento sustancial de salario en ocupaciones en las que los empleadores están en la capacidad financiera de pagarles más a sus trabajadores.
Sostuvo que el Gobierno dio los pasos para lograr que los trabajadores aumenten su poder adquisitivo en el momento que propició en julio pasado la eliminación de la "injusta" zona 3 de salario y la fijación del nuevo salario mínimo en base a ocupación.
Destacó que la intención es que trabajadores dedicados a actividades como empleadas domésticas, choferes, hotelería, casinos, conserjes, empleados de centros comerciales y sector turismo, entre otras ocupaciones, sean beneficiados con un aumento salarial sin precedentes.
CONEP RESPONSABILIZA AL GOBIERNO
Por su parte, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), responsabilizó ayer al gobierno por irrumpir en las negociaciones sobre salario mínimo.
"En los ejercicios anteriores el gobierno fue un facilitador, un moderador para conducir el diálogo social que se daba entre la parte laboral y patronal, para que ambas partes acercarán sus posiciones en áreas de propiciar el consenso, lamentamos que en esta ocasión no fue así", dijo el presidente de CONEP, Gaspar García De Paredes.
El representante de la empresa privada sustentó que inicialmente la dinámica del gobierno fue fijar posiciones mediáticamente, porque antes de que la comisión fuera convocada, ya había una sentencia de que el gobierno pretendía o aspiraba eliminar la región 3, sin presentar algún documento técnico que sustentara la vialidad de la iniciativa, atentando contra la institucionalidad de las negociaciones del salario mínimo.