El partido que esta noche jugarán Panamá y Costa Rica en el Estadio Nacional Rodney Carew, sin lugar a dudas representará una gran oportunidad para que el seleccionador Alexandre Guimaraes, vaya terminando de sacar sus conclusiones respecto a la condición, rendimiento y nivel de cada uno de los jugadores que durante todo un año han tenido chance de mostrarse en las diferentes convocatorias.
Este encuentro, que de por sí ya es con un rival de buen nivel, se pinta perfecto para que el entrenador de la escuadra panameña comience a armar su rompecabezas, pues como él mismo lo dijo, el tiempo de preparación se acaba y con la de hoy, sólo quedan tres fechas disponibles para foguearse en el marco de la preparación.
Esto significa que a partir de ahora, el estratega no sólo tendrá en contra las limitaciones con las que se ha encontrado en Panamá, sino el factor tiempo, que ya comienza a convertirse en el principal enemigo previo al inicio de la eliminatoria.
Ante esta situación, será fundamental que el técnico, que hasta ahora se ha mantenido rotando y variando continuamente sus convocatorias, empiece a descifrar y a ordenar al equipo con el cual va a enfrentar la importante competencia rumbo a Sudáfrica 2010.
Dentro de todo este conglomerado de futbolistas que han sido evaluados, figuran hombres claves y de alto nivel futbolístico como lo son Felipe Baloy, José Luis Garcés, Blas Pérez, Gabriel Gómez, Oscar McFarlane, entre otros; sin embargo, será preciso tener muy en cuenta que además del desempeño en la cancha, también será importante cumplir con el aspecto disciplinario, mismo que en muchas ocasiones se ha convertido en ese "talón de Aquiles", que le ha impedido a la oncena panameña seguir avanzando en busca de grandes aspiraciones.
Ya es hora de que nuestros representantes en el apasionante mundo del fútbol entiendan que vestir la camiseta nacional no es relajo.
Hoy, después de cinco meses de simulado castigo, el seleccionador vuelve a darle oportunidad a una camada de jugadores que en diferentes ocasiones han incurrido en actos de indisciplina. Ojalá estos chicos hayan aprendido bien la lección, y de ahora en adelante se concentren en defender bien los colores de Panamá, ya que "no todos los días se tiene chance de hacerlo".
Corresponderá entonces al adiestrador Alexandre Guimaraes velar porque ese capítulo oscuro en el balompié nacional no se repita y pueda Panamá seguir avanzando en su largo camino hacia su primer mundial.