Gerardo Antonio Rico, de 33 años, se le ocurrió que para solucionar sus problemas de liquidez, lo mejor era asaltar un local comercial, y decidió robar un local de ventas de materiales de construcción ubicado en El Crisol, distrito de San Miguelito.
Todo iba saliendo según lo que planeó, pero al entrar al establecimiento no contó con la presencia del vigilante del local, que ni corto ni perezoso le dio un disparo con una escopeta calibre 12 en el costado derecho que lo mandó directo al cuarto de urgencias del Santo Tomás.