El diputado perredista, Abraham Martínez, planteó ayer la necesidad de que los negociadores en la mesa de salario mínimo pisen el acelerador y fijen el nuevo tope salarial, el cual dijo, no debe estar por debajo de los B/.500 mensuales.
Destacó que esta cifra es compartida en voz baja por influyentes sectores empresariales e industriales que reconocen que la economía atraviesa un importante crecimiento que pudiera verse reflejado en el mejoramiento de la condición de vida de la clase trabajadora, a través de los emolumentos que perciben cada quince días.