Tuvieron que esperar 46 horas, pero los Filis de Filadelfia terminaron de liquidar ayer 4-3 los Rays de Tampa Bay en un minipartido de tres episodios para consagrarse campeones de la Serie Mundial por segunda vez en su historia.
Filadelfia ganó 4-1 el Clásico de Otoño, imponiéndose en un quinto juego que tuvo que ser interrumpido la noche del lunes por una tormenta que se extendió hasta el martes y sólo pudo reanudarse 46 horas después.
Los Filis se coronaron por primera vez desde 1980 y por segunda en su historia de 126 años.
Agitando toallas blancas y abrigados de arriba a abajo, el Citizens Bank Park estuvo con lleno completo y la algarabía fue inmensa. Con temperaturas bajo cero (30 grados fahrenheit), los fanáticos llegaron bien abrigados, con gorros con orejeras y cobijas.
Mejor desenlance no pudo tener la Serie Mundial del 2008, que sin duda alguna pasará a los libros de historia por un último partido que abarcó tres días para completar tres innings y medio. Fue la primera vez en 104 años de historia del Clásico de Otoño que un partido fue suspendido antes de los nueve innings y reanudado después.