Varias personas resultaron heridas de bala tras los violentos disturbios registrados en el noreste y el sur de Perú, que incluyen la toma de un puente y el incendio a una comisaría por distintas demandas sociales.
En la localidad de Nueva Cajamarca, a más de 700 kilómetros al noreste de Lima, unas mil personas incendiaron una comisaría en protesta por el desalojo de una vivienda, que derivó en un enfrentamiento con gases lacrimógenos y afectó a varios menores de dos escuelas.
La turba enfurecida siguió a los policías a cargo del desalojo hasta la comisaría local, donde robaron varios ordenadores y prendieron fuego al edificio, explicó en conversación telefónica el portavoz del municipio de Nueva Cajamarca, Rodolfo Huamán.