El marido se enfadó y le propinó varias cortadas en el glúteo.
Es la historia de un amor que al parecer sólo se entienden dándose cuchilladas, porque anteriormente había sido ella la agresora, pero ahora el concubino le dio de su propia medicina.
En esta ocasión, la que salió cortada y con la sangre brotando fue Elizabeth Monroy, de 35 años, quien reside en Calle 25 corregimiento de Calidonia, allí mismo donde se dio la trifulca y casi la dejan sin glúteo.
Eran las 3: 40 de la madrugada de ayer, sábado, cuando la ira del agresor se hizo sentir. En medio de los gritos del bochornoso espectáculo, la sirena de un patrulla se hizo oír.
Unidades policiales tuvieron que cargar a la mujer y trasladarla a la sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás. Está estable, pero no se sabe cómo terminará esta historia de amor.