En su opinión, amable lector, �qué hace más daño, una mentira, un engaño o una verdad a medias? En la opinión de este columnista, si "el orden de los factores no altera el producto", el final es el mismo: los tres conceptos hacen daño, destacándose, sin embargo, aquello de la "media verdad".
He venido notando que algunos representantes de corregimiento han adoptado la costumbre de hacer pintar letreros alusivos a las obras comunitarias que ellos ordenan, aludiendo a las mismas como "una cortesía de su parte", lo cual no es ético ni moral, ya que con ello infieren que los costos para dichas obras salen de su bolsillo, cuando la realidad nos dice que todo trabajo que emana de una Junta Comunal debe considerarse, y en efecto, son GESTIONES OFICIALES por parte del respectivo representante, ya que pretender vender la idea de que tal o cual obra fue realizada como un "gesto de cortesía" por parte del funcionario es un acto de engaño e irrespeto hacia propios y extraños.
Las comunidades aplauden y felicitan a su representante cuando este es sincero con ellos, diciendo las cosas como son, porque como cualquier otro funcionario elegido por votación popular, lo son en virtud de la gestión que son capaces de desarrollar, cónsono con los planes y/o programas que vendieron en su campaña preelectoral, por lo que las obras comunitarias son un compromiso oficial y no una "cortesía" personal del funcionario.
Así que, señores representantes de corregimiento, les exhorto a que sigan siendo corteses con sus prójimos, sin olvidar que tienen el ineludible compromiso de cumplir con su gestión oficial como gobierno local, sin pretender confundir a sus electores en un vergonzoso intento por meter "borriguero por iguana. �Au Revoir!
