Todos o casi todos los niños tienen rabietas en algún momento de su vida, unas veces porque es la única manera que tienen de expresarse, otras porque imitan el modelo de conducta que ven en sus padres o en otro niño. Pero, �qué hacer con un ataque de rabia?
- Ignórela, no le preste atención, obsérvele desde lejos, pero sin prestarle atención.
- Durante el periodo de rabieta no intente razonar ni convencerle, no hable con él, es inútil, además puede aumentar su enfado, conseguirlo es enseñarle que este es el camino adecuado.
- Si su hijo le insulta o dice que no le quiere, no se lo tenga en cuenta, no sufra, estas palabras no tienen en él ningún significado.
- Si su hijo intenta pegarle o él pretende hacerse daño, por ejemplo, dándole patadas o golpeándose la cabeza, no se lo permita, inmovilícele sin palabras, sin enfados. Después de unos minutos, cuando se le haya pasado, explíquele lo inadecuado e inútil de su comportamiento.
- Cuando la rabieta es un sitio público, sáquele inmediatamente a un lugar apartado y quédese con él.
- Nunca se rinda a sus rabietas y no lo rechace luego de ellas.