La rotunda victoria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las legislativas de México dejó al mandatario Felipe Calderón a merced de la oposición, en un Congreso de donde deben salir las leyes y reformas clave para que el país supere su profunda crisis económica.
"El Presidente tendrá mucho trabajo de cicatrización por delante", dijo el director de la Fundación Este País, Eduardo Bohórquez, que junto con otros analistas, valoró los resultados electorales.
Para Bohórquez, el gobernante conservador es consciente, como transmitió en un mensaje conciliador tras la amarga derrota de su partido, Acción Nacional (PAN), de la necesidad de fortalecer la relación entre el Legislativo y su administración.