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TEMA: LA EXPANSION DE LA PERCEPCION
Rescate del Olvido: Julio Lambert
Rescate del olvido tiene el honor de presentar hoy, algo de la vida y obra del pintor, escultor, poeta, constructor de mundos cromáticos, el colonense Julio Lambert.

José Morales Vásquez y Manuel E. Montilla | Investigador de Arte

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Muestra.

La pintura no figurativa permite a artista y espectador, encontrar un vínculo interior hacia posibilidades expresivas y de concepto que en buena manera proporcionan expectativas pluridimensionales. De suerte tal que la potencialidad de los componentes formales y técnicos de la obra entretejen una plural gama de sensaciones, conscientes o no, que vinculan la acción perceptiva a elementos subjetivos, insertando motivaciones no conscientes y que personalizan la develación tanto de lo observado como del criterio de aceptación del planteamiento pictórico.

"Esta pintura da perfecto testimonio de nuestro tiempo, que es el de una completa reorganización de los sistemas intelectuales y, por consiguiente, de los sistemas estéticos. Pero también invoca al porvenir: al negarse a representar un mundo acabado, tanto su ya resuelto pasado como su incertidumbre actual, presenta y presiente, como a tientas, lo que sin duda será nuestra nueva situación en este lugar sin reposo que es el universo" - anota Jean-Clarence Lambert en su ensayo PINTURA ABSTRACTA (Editions Rencontre Lausanne, París 1966).

La abstracción no se instaura con los experimentos y escritos teóricos de Kandinsky; nace con el hombre y su necesidad de infinito, de ver más allá del horizonte, de atisbar allende los astros, de encontrar en sí el vínculo con la Creación. En su obra Du Spirituel dans l'Art, el pintor ruso afirma: "La verdadera obra de arte nace del artista, creación misteriosa, enigmática, mística. Se desprende de él, adquiere una vida autónoma y se convierte en una personalidad, en un tema independiente, animado por un hilo espiritual: el tema que vive una existencia real - un ser -." Y agrega: "(el artista) debe empezar por reconocer los deberes que tiene para con el arte y, por consiguiente, para consigo mismo..."; "Debe trabajar sobre sí mismo, profundizarse, cultivar su alma y enriquecerla, a fin de que su talento tenga algo que cubrir y no sea el guante perdido de una mano desconocida: la vana y vacía apariencia de una mano. El artista ha de tener algo que decir. Su tarea no consiste en dominar la forma, sino en adaptar esta forma a su contenido."

Julio Lambert, pintor, escultor, poeta, constructor de mundos cromáticos y de formas orgánicas texturológicas, nació en Colón (1946) y se fue a las tierras costarricenses donde forma familia y labora, con denuedo, tanto en su obra como en esa labor altruista que le distinguió de siempre: ser vínculo confraternal entre los artistas de Costa Rica y Panamá.

Finalizando los años '60 encontramos a Julio en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, donde fragmentariamente absorbe técnicas y directrices que pronto abandona en pos de una investigación sustentada en lo matérico, entre el Arte Brut y un gestualismo expresionista. Es un enfoque duro, sin concesiones, que de paso le lleva a otras técnicas como la fotografía y a unos primeros conatos escultóricos. Son años difíciles para el artista, en lo personal y económico, quien desesperadamente busca un norte en el arte y sólo encuentra la pared de la indiferencia gregaria, asfixiándose en sus propias falencias creatrices.

Por el '69, JULIO, expone en colectivas en la ENAP y en Panarte. En el 70, participa en colectivas en La Casa del Arte, entonces agresivo y emergente centro de confluencia de voluntades en pos de un arte a la vez nacional y entroncado en la historia activa de occidente. La Universidad Santa María la Antigua y el DEXA de la Universidad de Panamá acogen sus creaciones en 1972. En 1975, realiza una muestra individual en La Casa del Arte donde predomina un trabajo ingente con los colores terrosos, azules y en general una paleta oscura y, de propósito, algo sucia.

Su figuración grotesca, en alguna medida emparenta con la del pintor hispano Francisco Mateos de cuya postura anota Manuel García Vino (y que bien podríamos transferir a JULIO LAMBERT) "evolucionador continuo dentro de una misma línea, la suya; artista puro, negándose a realizarse, a ser, por otros medios que no sean los de sus pinceles, los de sus colores, los de sus problemas plásticos; poseedor, en fin, de un mundo personal, dentro del cual es dueño y señor, y fuera del cual no le importa lo que ocurre, ni si le miran, ni si le entienden".

En este 75 realiza murales en el Centro de Salud MAGALY RUIZ de La Chorrera, los cuales son inaugurados por el Presidente de la República en turno. Valdría la pena preguntarse si todavía existen y en qué condiciones están. Conociendo el devastador amor de todos nuestros gobernantes y administradores de la cultura por el arte, a todas luces, huelga esta interrogante.

En el horizonte cercano esperan a JULIO la aventura costarricense, el gran amor de su vida, el trabajo feraz y el ansia inconmensurable.

OPINION
"La verdadera obra de arte nace del artista, creación misteriosa, enigmática, mística. Se desprende de él, adquiere una vida autónoma y se convierte en una personalidad, en un tema independiente, animado por un hilo espiritual: el tema que vive una existencia real - un ser -."



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