El sueco Robin Soderling provocó, un año más, la mayor sorpresa de Roland Garros al vencer ayer por primera vez en 13 ocasiones al suizo Roger Federer, defensor del título 3-6, 6-3, 7-5 y 6-4, y alcanzar las semifinales.
En doce partidos anteriores, Federer no dejó jamás que Soderling saliera ganador. Pero en una jornada en la que la lluvia oscureció el panorama y la pista se tornó lenta y pesada, el de Tibro aprovechó al máximo esa particularidad para golpear aún con mayor dureza, soltar el brazo sin problemas e inmovilizar a un Federer apático y sin reacción.
Soderling ya se hizo con un nombre en tierra el año pasado al vencer a Nadal en octavos de final y provocar la única derrota del español en cinco ediciones de Roland Garros. Esta vez el guillotinado fue Federer, que no podrá igualar el récord del estadounidense Pete Sampras al frente de la clasificación mundial de 286 semanas.
Federer no caía antes de unas semifinales de un Grand Slam desde 2004 en Roland Garros, cuando el brasileño Gustavo Kuerten le derrotó en tercera ronda. Llevaba 23 llegadas seguidas a la penúltima ronda, la racha más larga de la historia, 13 más que el checo Ivan Lendl.
A pesar de la lluvia y la humedad, Soderling conectó 14 saques directos y marcó un servicio más rápido a 227 kilómetros por hora. La clave del encuentro estuvo antes del parón. Federer dominaba por 5-3 en el tercer parcial y dispuso de un punto de set con servicio de su rival, pero no pudo aprovecharlo.
"Soderling jugó increíblemente bien desde el principio hasta el final, teniendo en cuenta las malas condiciones. Yo no jugué un mal partido, pero él jugó un gran tenis", admitió Federer que ahora se concentrará para intentar ganar en Wimbledon.
CAMBIOS: RANKING
La derrota de Federer abre las posibilidades al español Rafael Nadal de recuperar el puesto de número.