Tres palabras nos ayudarán a descubrir el mensaje central de la Palabra de Dios para hoy: Ministerio, servicio y obras. El auténtico cristiano debe estar presto al servicio, y a partir de allí, sentirse un verdadero ministro de Dios y ejecutar su acción a través de las obras que lo identifican plenamente con el sello de verdadero discípulo de Jesucristo.
Reflejemos a Cristo, para reflejar al Padre
El Evangelio nos propone un elemento característico de la identidad cristiana: el servicio y el ministerio de la predicación de la Palabra de Dios, no son otra cosa que el resultado del ejercicio de la caridad de toda la Iglesia de Cristo que somos, para realizar las obras que el mismo Cristo realizó, y "aún mayores".
Podemos conducir al mundo al Reino de Dios siempre que sepamos señalar el Camino que conduce a la Verdad y, por ende, proporciona Vida plena, Vida en abundancia. Ser "sacramentos de Cristo" como Iglesia Viva, Crítica en Línea, es enseñar por nuestra manera de vivir y de comportarnos, el rostro de Cristo. Para mostrar al Padre, como Felipe quiere que se le muestre, basta ver a Cristo, y para ver a Cristo, bastaría ver a un cristiano.
Ahora, sería bueno preguntarnos: "�Con nuestra conducta mostramos al Padre?". Si Cristo nos ha preparado un lugar en la casa del Padre, responder a esta pregunta nos dirá qué tan cerca estamos de llegar a esa morada que �l nos ha preparado. �Seremos capaces de llegar a ella, con nuestro testimonio de vida?.