El primer ministro británico, Gordon Brown, regresa de su viaje a Estados Unidos en medio de crecientes protestas dentro de su partido por la decisión de su Gobierno de eliminar la tasa impositiva mínima del 10%.
Según la BBC, Brown está �furioso� por el hecho de que la polémica interna laborista por la eliminación de esa tasa, medida que la izquierda considera antisocial e insolidaria, haya ensombrecido su visita a Estados Unidos, donde se entrevistó con el actual presidente y los tres candidatos a la Casa Blanca.
Varios altos cargos del Gobierno han pedido a Brown que no elimine esa tasa mínima porque como su aplicación perjudicará a 5.3 millones de trabajadores de bajos ingresos.