Con gran éxito se está desarrollando la producción caprina en la región de Azuero, gracias a que se está mejorando genéticamente la raza de la cabra tradicional que existe en Panamá.
Hugo Castillero, ingeniero en Producción Animal, es el único a nivel nacional que se está dedicando a la inseminación en cabras y a la fecha lleva 25 nacimientos con esta técnica.
Explicó que el proyecto comenzó hace un año y seis meses, en una finca en río Parita en la provincia de Herrera, donde el semen importado procede de Francia.
El semen que se está utilizando corresponde a las razas Saánen y Alpino francés. Hasta el momento se ha tenido muy buena efectividad.
Detalló que los pasos que se siguen para llevar un programa de mejora genética en una finca son: primero se escogen los animales que van a ser incluidos en el programa, luego se les hace un ultrasonido para descartar a las que están preñadas.
A las que no están se les da un tratamiento con minerales para después seguir con la sincronización.
"Es decir que si vamos a inseminar 20 cabras las 20 estarán en celo el mismo día; esto se logra con el protocolo de sincronización a tiempo fijo, esto es, que tenemos la hora exacta y el día que se va a realizar la inseminación", explicó.
La raza criolla solo da dos litros de leche diarios, mientras que la inseminada da un promedio de 3 a 4 litros y las que son de buena raza, como las que existen en Costa Rica, dan 10 litros por día.
En Azuero, la mayoría de los productores son humildes, y esto ha provocado que estas personas ahora miren el proyecto como una nueva forma de ganar ingresos.
El costo de una cabra depende de la región; en Herrera y Los Santos, una cabra adulta cuesta 200 dólares, y la chica tiene un costo de 120 a 150 dólares, cuando es una cabra regional o criolla.