El esclarecimiento del crimen del arzobispo �scar Arnulfo Romero se da treinta años después de haber sido perpetrado, una de las tareas pendientes del Estado salvadoreño, según coinciden en distintos sectores.
"Existe una necesidad de investigar y determinar quiénes son los responsables y hacerlo públicamente para tranquilidad de todos. Sobre esa verdad, yo creo que en El Salvador no se ha hecho prácticamente nada", declaró Almudena Bernabéu, del Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA).
Esa institución, con sede en Estados Unidos, lleva el caso de Romero y consiguió, en 2004, la única sentencia contra uno de los implicados, el capitán �lvaro Saravia, condenado a pagar $10 millones y que actualmente permanece prófugo de la Justicia.
"El caso no está cerrado, nunca se cerró ni la investigación, ni por supuesto el resultado", explicó Bernabéu, abogada española que aseguró que la sentencia "está sin haberse ejecutado".