Una terrorista suicida detonó ayer en un mercado popular de la ciudad de Kerbala los explosivos que llevaba adosados a su cuerpo lo que causó la muerte de 42 personas y heridas a otras 58. Según fuentes del Ministerio de Interior el incidente ocurrió cerca del mausoleo del imam chií al Husein y precisaron que entre las víctimas hay ciudadanos iraníes que se encontraban de peregrinación en la ciudad, aunque no determinaron su número.