Las etnias panameñas y sus
costumbres
Maritza Reyes
Crítica en Línea
Pese al contacto violento
con los españoles hace ya siglos y el enlace racial con estas y otras
culturas, las etnias panameñas han conservado celosamente sus costumbres
y tradiciones.
Pero muchos han sido los obstáculos que han tenido que afrontar
cuando intentan mantener su propia idiosincrasia, al tratar de traspasar
su comunidad; igualmente sus luchas por lograr la demarcación de
sus tierras, donde se han asentado por años, ha sido foco de luchas,
que aún persisten.
Panamá, al igual que otros países de la región,
ha sido trastocada por la influencia de una variedad de culturas: europeas,
africanas, anglosajonas y asiáticas, entre otras, lo que le haya
valido la denominación de "crisol de razas".
La cultura aborigen sufre con frecuencia el trato despectivo de sus propios
coterráneos con expresiones como: cholos, indios, salvajes y otros
calificativos discordantes.
¿Podemos asegurar que no hemos sufrido la influencia de otra cultura?
Habría que rebuscar en el árbol genealógico, para afirmar
lo contrario.
El último censo de población y vivienda de 1990 reveló
que en Panamá habitan alrededor de 194 mil 264 aborígenes,
dispersos en Chiriquí, Veraguas, Bocas del Toro, Darién y
San Blas, de estas la comunidad Guaymí o Ngobe Buglé es la
más poblada.
El Prof. Arysteides Turpana, de origen Kuna o Dule, dedicado al estudio
de las etnias panameñas, infirió que el contenido de los textos
que relatan las costumbres y tradiciones de los aborígenes panameños
la han mistificado, porque la mantienen en un status quo y resulta que la
sociedad ha evolucionado.
"Asegurar que somos una sociedad cerrada porque no nos mezclamos
con otras razas es como hablar de un tema sin conocimiento previo",
estimó Turpana, a la vez explicó que el contacto se da sobre
todo con los grupos negroides aunque en un número estadístico
minoritario.
Nos comenta que la comunidad indigenista por muchos años ha perdido
hasta el derecho de elegir su nombre y es por ello que el linaje ha seguido
rumbos diferentes por la variedad de apellidos que existen en una solo familia.
"Fue un genocidio cultural, nos humillaron hasta dándonos nombres
falsos", recalcó.
Según investigaciones realizadas por Turpana, en los años
20 la institución responsable de registrar los nacimientos vivos
de los nacionales elegía el nombre de los aborígenes al azar
y por ello es que en un mismo núcleo familiar el papá, la
mamá, los tíos, abuelos y primos tienen apellidos diferentes
como Arias, Morris, Fábrega y otros y no Kantule y Bibi, que son
propios de las regiones indígenas.
Otra de las variaciones que registran los textos son los ritos de iniciación
de una variedad de costumbres que encierra la verdadera cultura indígena,
sostiene Turpana, aunque acepta que algunas ya poco se practican.
KUNAS O DULE
En Panamá y en una pequeña parte de la hermana Colombia
habita un pueblo que se conoce comúnmente como Kuna, pero que en
realidad deben ser llamados Dule.
El profesor Turpana aclara que el gentilicio Kuna en realidad es una
expresión que designa a un idioma y no a un conjunto de individuos.
Los Dules habitan en la Comarca Kuna Yala o San Blas y es dirigida o
presidida por el Sáhila. Fue declarada reserva indigenista en 1930
y su población es de 47,298, de acuerdo al último censo de
población.
Según el Prof. Turpana, en esta etnia la mujer ocupa una posición
preponderante en el espacio social y en los ritos de iniciación que
explica a continuación:
IKO INNA
Se denomina también rito del vino de la aguja y rito de iniciación,
en que las niñas de diez o más días de nacidas se le
perfora el tabique nasal y el lóbulo de las orejas. En este ritual
suelen estar los padres y otros familiares cercanos de los niños.
INNA SUIL
Es un rito especial en el que a diferencia del Iko inna la presencia
de los padres de los infantes no es de carácter obligatorio. En este
caso los niños de 10 años beben una chicha especial para este
acto y se les realiza el primer corte de cabello.
SERKU IT
Durante cuatro días, las niñas que pasan a la pubertad
o les llega el periodo menstrual son encerradas en un recinto llamado Súrba
(una pequeña casa edificada para esta ocasión) y son bañadas
constantemente.
EL SALTO DE LA AGUJA
Es la ceremonia del matrimonio que dura cuatro días, y se organiza
con la complicidad de los padres de una pareja de jóvenes cuyas edades
oscilan entre los 16 y 18 años.
El ritual de enlace se da durante la "mojiganga" (fiesta).
Los padres dan la voz de alerta para iniciar el ritual: cuatro muchachos
elegidos al azar buscan a la víctima, que desconoce la operación,
lo sujetan por los brazos y las piernas y lo transportan a la casa de la
novia, ambos son remecidos en una hamaca. El último día del
ritual los novios pueden dormir juntos pero sin mantener relaciones sexuales.
En este ritual los jóvenes están en libertad de acceder al
compromiso o rechazarlo.
GUAYMIES O NGOBE BUGLE
Atanasio Carpintero Santos, de la comarca Buglé, asegura que la
cultura Guaymí ha sido influenciada por la cultura campesina, ya
que muchos jóvenes han olvidado el dialecto de esta etnia.
Para Santos, la denominación Guaymí no tiene otra connotación
que la manera como los "latinos" los designan a ellos, cuando
en realidad son grupos o familias culturales bien afines que se denominan
como Gnobe Buglé- Ongawbe (grupo mayoritario) y los Bugles (conocidos
por los primeros como Murires), por lo que aduce que el nombre Guaymí
ha sido impuesto.
Este grupo habita en las tierras altas de Chiriquí, Veraguas y
parte de Bocas del Toro, es uno de los grupos étnicos más
numerosos, con más de 100 mil habitantes. Sus dialectos son el Sabanero
y el Ngobere. Dependen de una economía insípida, se dedican
a la pesca y a la cría de aves.
BALSERIA
Es una de las actividades sociales de mayor importancia de la etnia y
uno de los pocos que existen. Muchos consideran que es una válvula
de desahogo colectivo, en la que abunda la comida y presentaciones artísticas
propias de la región. Es un juego eminentemente masculino y se le
denomina Balsería porque se trata de golpear con la balsa al oponente,
pero sin causarle daño alguno. La Balsería se realiza en agosto
y octubre, en el sector atlántico, mientras que en el pacífico
en febrero y abril.
CEREMONIA DEL UROTE O GURO MINDI
Es un rito secreto de un profundo sentido familiar, espiritual y moral,
en la que sólo participan los hombres.
Para realizar este Guoro Mindi kiri, se requiere de un lugar cerrado,
pues el mismo es secreto y esotérico que dura aproximadamente dos
meses, con intervalos de descanso solo para los ancianos y no así
para los que se inician por primera vez.
LOS EMBERA WUANEN O CHOCOS
Habitan desde hace muchos siglos en la provincia de Darién. Esta
etnia está conformada por más de 17,000 habitantes, según
el censo del 1990, y se compone de dos ramas: los Wuanan y Emberá.
En 1983 fue establecida como reserva o comarca por el gobierno central,
dividida en dos distritos: Cémaco y Zambú. Una de las características
de estos indígenas es la pintura en todo el cuerpo por tintes vegetales
originarios de la región. Sus mujeres sólo cubren sus cuerpos
de la cintura para abajo y adornan sus piernas con diversas figuras de colores
vivos. Su máxima autoridad es el cacique.
Con frecuencia se les suele llamar "Indios Chocoes", "indios
darienitas" y "cholos".
El nombre Chocoes, según investigaciones, está vinculado
a la zona departamental del Chocó colombiano, donde los españoles
le adjudicaron este nombre por causa de la denominación de la región
en que vivían.
Para algunos historiadores se trata de dos familias lingüísticas,
culturales, definidas y distintas aunque parecidas fenotípicamente,
por lo que los nombres verdaderos son: Emberá (grupo mayoritario),
Uaunan (grupo minoritario). El censo de población y vivienda de 1990
registró unos 14,659 emberás y 2,605 uaunanes.
Cabe destacar que la vestimenta que utilizan estos indígenas es
la misma utilizada en el siglo XVIII, cuya finalidad es cubrir únicamente
las partes intimas.
EL JAIBANA O BENKAN
Uaunan designa al hombre medicina (benkan), mientras que el Emberá
al Jaibana, ambos identifican a un hombre especial que habla o cura con
el auxilio de los espíritus. Se dice que el Jaibana es una especie
de shamán que juega un papel importante, aunque no determinante en
la etnia, donde los hombres cubren sus partes pudendas con guayucos o taparrabos
y las mujeres con una especie falda.
LOS TLORICOS - TERIBES
Habitan en la provincia de Bocas del Toro, en grupos reducidos denominados
Teribes, aunque también se les conoce como Tloricos, y se distinguen
por hablar la lengua naso. El Censo de población y vivienda señala
que esta etnia es de solo 2,194 en 1990.
Este grupo étnico se caracteriza por poseer un núcleo de
orden monogámico, uxorilocal, neolocal, endogámico, de familia
nuclear en algunas regiones y extensas en otras.
A diferencia de otras etnias no existe un ritual impuesto por la tradición.
En el caso del matrimonio el joven interesado por alguna muchacha la solicita
en matrimonio y en otros casos los padres de la muchacha eligen el esposo
de la hija, aunque no se excluyen los casos de unión consensual,
es decir no media el consentimiento de los padres el si los novios se gustan.
Las jóvenes de esta etnia cuando tienen su primera menstruación
son encerradas por ocho días en una casita, a un costado de la casa
de los padres. La alimentación de la joven se basa en cogollo de
palma pixvaé y plátano verde, se le suprime la carne y la
sal. Transcurrido los días se construye un camino que la conduce
al río más cercano donde es bañada constantemente.
Al octavo día se le corta el cabello.
En resumen, los aborígenes panameños han alcanzado niveles
de desarrollo e integración, sin menoscabar ni abandonar sus costumbres
y tradiciones, lo cual los convierte en una genuina reserva de los orígenes
de la nacionalidad panameña. En el plano social aún persisten
limitaciones en servicios como la salud y la educación, que mantienen
índices considerables de analfabetismo y desnutrición, pero
estas etnias se resisten a desaparecer y mientras haya ese sentido de orgullo
colectivo la subsistencia de nuestra nacionalidad está asegurada.
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