MENSAJE
Silencio por favor
Rómulo Enmiliani
En este mensaje al corazón
en el día de hoy le decimos: "Silencio, Por Favor", Sí,
silencio por favor, porque necesitamos el silencio para vivir.
En nuestra sociedad moderna el ruido se ha convertido en una parte esencial
de la vida. El ruido aparece en todas partes: en las industrias, en las
fábricas, en el tráfico, en la televisión, en la radio
en las grabadoras, etc. También el ruido está en nuestras
conversaciones. Hablamos con voz muy alta, decimos demasiadas cosas, muchas
veces sin pensarlas, hablamos por hablar y decimos muy poco. Hay ruido en
nuestro corazón, sí ¡hay mucho ruido! Estamos almacenando
el ruido de la calle, el ruido de nuestro pasado, de nuestras angustias,
de nuestros odios, de chismes, de malas noticias, de pesimismos, derrotas
y amarguras.
Hay ruido por todas partes y nos angustia, nos pone nerviosos y nos desespera.
¿Por qué no hacemos silencio? Sabemos que no se pueden parar
las fábricas, tampoco se puede detener el tráfico, aunque
sí se pueden crear campañas que aminoren el ruido excesivo
como: no tocar la bocina en ciertas zonas, poner aparatos especiales que
suavicen el ruido de los motores en las fábricas, etc.
Hoy quisiéramos decirle que usted puede hacer más silencio,
aún con el ruido exterior que existe. ¿Cómo? Racionalice
el uso de los aparatos tales, como la radio, la televisión, las grabadoras
etc. Tenga en su cada un oasis de paz, un cuarto donde se respete el silencio
o haga que en su hogar existan momentos de silencio que todos los miembros
de la familia respeten. Lo cierto es que necesitamos el silencio para vivir;
nos estamos neurotizando tremendamente por el exceso de ruido. El ruido
nos va enloqueciendo, nos va acelerando emocional y mentalmente, nos va
haciendo más violentos.
Vivimos en una sociedad demasiado ruidosa. No hay tiempo para la meditación;
ahogamos el silencio a base de ruidos y así ¿quién
puede contemplar el misterio del ser humano? Nos encanta el ruido porque
nos alienta y nos impide pensar más. Se necesita el silencio para
poder contemplar el misterio que somos cada uno de nosotros. Necesitamos
callar y callar el ambiente, sumergirnos en nuestro interior y preguntarnos
cada uno: ¿quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿qué
estoy haciendo con mi vida?, ¿me estoy realizando?, ¿qué
defectos tengo? ¿qué traumas me condicionan?, ¿qué
cosas me obsesionan? Preguntarme, responderme, oirme, saber de mis necesidades
más ocultas, hacerme caso, tomarme en cuenta, saber que vivo, que
existo, saber que antes no fui y que ahora soy porque Dios me dio la vida,
y que algún día no seré aquí en la tierra, aunque
siempre seré en la eternidad.
Si hiciéramos más silencio en la vida oiríamos tanto,
escucharíamos los mensajes más fuertes, los clamores más
inimaginables; oiríamos la voz de la historia que nos llama a actuar.
En el silencio nos convertiríamos en redentores de esta humanidad
y brindaríamos a los que nos necesitan, algo o mucho, todo depende
de nuestra fortaleza, de nuestro amor y de nuestro silencio. En el silencio
nos convertiríamos en buenos alumnos, aprenderíamos tanto
de la historia que es maestra y nos convertiríamos en maestros también
porque le diríamos a otros lo que hemos oído.
¡CON DIOS USTED ES INVENCIBLE !
|
|
|